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jueves, 1 de noviembre de 2012

Tras la tormenta llegan las plagas a New York

La estatua de la libertad y el Huracán Sandy
Mientras gran parte del noreste de Estados Unidos lucha contra las inundaciones provocadas por el huracán Sandy, las imágenes más dramáticas nos muestran el agua que cubre las ajetreadas calles de la ciudad de Nueva York, Nueva Jersey y la zona costera.


Las autoridades sanitarias advierten de que el agua estancada de las inundaciones puede suponer un riesgo para la salud, que podría agravarse con el tiempo.


David Doyle, portavoz de la Oficina para la Gestión de Emergencias de Nueva York, afirma que los desechos creados por las inundaciones pueden esconder botellas rotas e incluso animales, e instó a los ciudadanos a evitar el agua en movimiento, señalando que 15 centímetros de agua son suficientes para hacer caer a una persona al suelo.

El alcalde de Nueva York Michael Bloomberg declaró el martes que las inundaciones iban a ser tratadas de inmediato y pidió a los habitantes de la ciudad que evitaran el contacto con el agua, pues ésta ha podido electrificarse con redes eléctricas dañadas.


Por lo general, las corrientes de agua en grandes ciudades se consideran menos peligrosas que las rurales, que suelen arrastrar bacterias fecales de origen animal procedentes de la agricultura. Sin embargo, las plantas urbanas de tratamiento de aguas residuales pueden soltar agua residual sin tratar durante las inundaciones, pudiendo acabar en las calles y obstruir los desagües. Otros contaminantes serían la gasolina, la basura, etc.

El peligro de las aguas residuales


Joan Rose, de la Universidad de Michigan y especializada en riesgos de contaminación microbiana, señaló que las aguas residuales sin tratar pueden introducir bacterias, virus y parásitos que podrían ser el origen de varias enfermedades. «Con las bajas temperaturas de Nueva York, estos patógenos pueden sobrevivir durante meses», añadió.

Tras el huracán Katrina que devastó Nueva Orleans y la zona de alrededor en 2005, se registraron casos de infección por la bacteria vibrio, que se introduce en el cuerpo a través de heridas abiertas. Incluso los que van en botes y kayaks pueden contagiarse.

 A partir de parásitos que se encontraban en el agua tras el huracán Katrina, que golpeó la Costa del Golfo de Estados Unidos, se transmitieron enfermedades con facilidad.

El riesgo en Nueva York podría ser aún mayor en algunas zonas, teniendo en cuenta las miles de toneladas de desechos que han ido a parar al río Hudson.

Para evitar el contacto con contaminantes peligrosos, la Agencia Federal de Gestión de Emergencias ha recomendado a los afectados por el huracán que sigan las instrucciones locales y hiervan el agua del grifo.

Igualmente, las autoridades de la ciudad han pedido a los residentes de la mitad sur de la isla que permanezcan en sus hogares hasta que el agua sea encauzada en canales.

 E. Coli, la más peligrosa


La bacteria que más preocupa es Escherichia coli, conocida como E. coli, el organismo que la mayoría de los mamíferos utilizan en la digestión. Se encuentra en el intestino grueso y puede ser tóxico de pasar al estómago. Las inundaciones que arrastran aguas residuales en zonas de alta densidad pueden propagar esta bacteria.


E. coli se transmite bebiendo agua contaminada o ingiriendo alimentos que contienen la bacteria. Como resultado, se contrae gastroenteritis, una enfermedad común en países desarrollados.

A principios de año, la Union of Concerned Scientists (‘Unión de Científicos Preocupados’) publicó un informe enumerando los riesgos de las inundaciones urbanas y señalando que las inundaciones pueden aumentar debido al calentamiento global.

 Las inundaciones pueden afectar las infraestructuras de agua potable, evitando la purificación del agua. Además, pueden provocar la creación de moho, cuya eliminación podría costarle a una ciudad miles de millones de dólares.

Sin embargo, este riesgo puede minimizarse considerablemente con operaciones de limpieza. «Sin duda la situación empeora con el tiempo», afirma Liz Perera, coautora del informe, científica medioambiental y analista de Sierra Club, importante organización medioambiental de Estados Unidos.

«Cuando el agua se estanca, bacterias como E. coli y muchas otras pueden propagarse con facilidad», añade Perera.

Las inundaciones multiplican casi siempre el riesgo de enfermedades

Incluso sin beber directamente agua salobre, los contaminantes pueden alcanzar el cuerpo humano a través del aire, o incluso del grifo. Con caminar a través de agua, las personas con heridas abiertas pueden infectarse; también frotarse los ojos tras haber tocado agua puede aumentar el riesgo de infección.

«Después de una inundación casi siempre se detecta el aumento de enfermedades, aunque no siempre las pruebas están bien documentadas», señala Joan Rose.

En un estudio de 1993 sobre Milwaukee, el sistema público de salud de Wisconsin descubrió que después de unas fuertes lluvias e inundaciones en las zonas más concurridas de la ciudad, aumentaron considerablemente las enfermedades gastrointestinales en los hospitales de la región, que afectaban más a los niños que a los adultos. En total se contagiaron 400.000 personas y se registraron más de cien muertos.


Para minimizar el riesgo, Rose sugiere evitar cualquier cosa expuesta al agua y recomienda lavarse las manos frecuentemente y estar al día de la vacuna del tétanos.


Una ayuda para combatir las bacterias es la luz del sol, que puede neutralizar el agua sucia con la luz ultravioleta. «Es una forma natural de limpiar el agua», afirma Nancy Hall, profesora de microbiología medioambiental de la Universidad de Iowa.

Sin embargo, si hay demasiada cantidad de agua en la calles, y especialmente en Nueva York, donde la luz del sol suele ser bloqueada por los rascacielos, las condiciones del agua pueden empeorar.

Según Hall, «posiblemente algunos de los organismos peligrosos sobrevivan durante cierto tiempo».
Otro gran problema pueden ser las ratas.


http://www.nationalgeographic.es/noticias/medio-ambiente/desastres-naturales/tras-la-tormenta-llegan-las-plagas


Sandy deja un saldo de al menos 76 muertos en EE UU

Más de las huellas de Sandy por Nueva York | Mario Tama/Getty Images/AFP
Más de las huellas de Sandy por Nueva York | Mario Tama/Getty Images/AFP
El país continúa recuperándose de la catástrofe y todavía 4,7 millones de usuarios permanecen sin energía eléctrica en 15 estados y el Distrito de Columbia, según el Departamento de Energía.

1 de noviembre 2012 - 03:35 pm
La cifra de víctimas mortales a causa del huracán Sandy en Estados Unidos aumentó al menos a 76 personas, según informaron hoy medios locales, mientras continúan las reparaciones de tendidos eléctricos y los aeropuertos comienzan a retomar la normalidad.

Al menos 37 personas han muerto en la ciudad de Nueva York a causa del devastador paso del huracán Sandy por la costa este de Estados Unidos, según anunció hoy el alcalde, Michael Bloomberg, quien advirtió que el número puede seguir aumentando.

A falta de un recuento oficial federal, el balance de la cadena CNN elevó a 76 la cifra de víctimas que incluye al menos 12 en Nueva Jersey y 10 en Maryland, entre los que hay varios niños.

Las autoridades han recuperado 15 cuerpos en Staten Island, entre ellos, los de dos niños de 4 y 2 años que la tormenta se llevó de brazos de su madre y permanecían desaparecidos, según el New York Post.

También en Nueva York murió un oficial de policía, Artur Kasprzak, que fue arrastrado por el agua el lunes por la noche después de salvar a siete miembros de su familia, incluido su hijo de 1 año, según el canal local Pix11.

Al menos ocho personas murieron en la zona residencial de Queens, siete en Brooklyn y tres en Manhattan.

La Guardia costera continúa buscando al capitán del velero de época HMS Bounty, que se hundió en alta mar frente al cabo Hatteras (Carolina del Norte) y murió uno de sus tripulantes.

Las autoridades han precisado además que el número de víctimas es provisional debido a la dificultad en algunos casos de determinar a "Sandy" como la causa principal, aunque en la mayoría de los casos tienen que ver con árboles caídos sobre viviendas y automóviles.

A su paso por el Caribe Sandy causó 67 muertes y en Canadá murieron otras dos personas.

En Estados Unidos, todavía 4,7 millones de usuarios permanecen sin energía eléctrica en 15 estados y el Distrito de Columbia, según el Departamento de Energía, que señala un descenso de 1,4 millones desde ayer a medio día.

Los estados con más clientes afectados son Nueva Jersey, con más de 1,9 millones de usuarios; Nueva York con 1,5 millones de afectados; Pensilvania con 526.934 y Connecticut con 352.286.

La Cruz Roja informó que todavía más de 7.000 personas en nueve estados pasaron la noche alojados en alguno de los 115 refugios que ha puesto a disposición de los afectados.

En cuanto a los vuelos, todavía hoy hubo algunas cancelaciones en los aeropuertos de Nueva York y Nuevo Jersey pero la red de aeropuertos nacional comienza a operar con normalidad.

En el aeropuerto internacional Liberty Newark se cancelaron hoy 344 vuelos, frente a los 897 de ayer; en La Guardia 302, frente a los 971 de este miércoles, mientras que en el John F. Kennedy la cifra se redujo a 161 de las 586 cancelaciones del día anterior.

En total, según el rastreador de vuelos Flightstats.com, desde el pasado sábado se han cancelado 20.055 vuelos, tanto nacionales como internacionales.

http://www.el-nacional.com/mundo/Sandy-saldo-muertos-EE-UU_0_73792699.html 


Tema Relacionado:
Huracán Sandy deja 40 muertos en el Caribe y EE.UU se prepara 


Notas de Elena de White:

Descienden los Juicios sobre las ciudades 

"Terribles conmociones vendrán sobre la tierra...  Cuando la mano restrictiva de Dios se retire, el destructor comenzará su trabajo. Entonces ocurrirán en nuestras ciudades las mayores calamidades."
3MR 314 (1897)

"El fin está cerca y cada ciudad va a ser trastornada de diferentes maneras. Habrá confusión en cada ciudad. Todo lo que puede ser sacudido lo será, y no sabemos qué pasará luego. Los juicios serán de acuerdo con la maldad de la gente y la luz de la verdad que han tenido." 1MR 248 (1902)

"Falta poco para que las grandes  ciudades sean barridas, de manera que todos deben ser amonestados acerca de la inminencia de estas calamidades." Ev 26 (1910)

¡Maranahta el Señor Viene!

























 

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