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viernes, 23 de septiembre de 2011

Un satélite incontrolado de la NASA caerá a la Tierra en breve



Un satélite de observación atmosférica, de casi seis toneladas, que dejó de funcionar en 2005 y que ahora está incontrolado, caerá a la Tierra en los próximos días, según ha anunciado la NASA. Los expertos calculan que la reentrada en la atmósfera del UARS se producirá el viernes próximo, con un margen de un día más o menos, y señalan que, a medida que se acerque el momento, podrán dar datos más precisos. Tampoco es posible indicar por ahora dónde caerá, aunque es muy probable que lo haga en algún punto sobre el océano, ya que la mayor parte de la superficie del planeta es agua.

Dado que el satélite está en órbita con una inclinación de 57 grados respecto al ecuador, cualquier pieza del mismo que no se queme en la reentrada atmosférica caería entre los 57 grados de latitud Norte y los 57 Sur. Los expertos de la NASA estiman que los fragmentos podrían extenderse en una franja de unos 800 kilómetros de largo. La probabilidad de que un trozo del satélite caiga sobre una persona es de una en 3.200, es decir, "extremadamente remota", según ha informado la NASA a Space.com.

En el UARS no quedan combustibles tóxicos y los expertos han calculado que 26 grandes fragmentos del mismo podrían resistir la reentrada en la atmósfera, incluidas piezas de titanio y depósitos. El artefacto mide 10,7 metros de largo y 4,5 de diámetro.

El UARS (Upper Atmospheric Research Satellite) fue lanzado al espacio, a bordo del transbordador Discovery, hace 20 años (12 de septiembre de 1991), con una masa de 5.668 kilogramos más combustible. Era un satélite, que costó 750 millones de dólares, para hacer mediciones de la capa de ozono y de la composición química de la alta atmósfera, así como de los vientos y las temperaturas en la estratosfera. Con diez instrumentos científicos a bordo, tomó datos necesarios para comprender mejor el papel de la alta atmósfera en el clima terrestre y la variabilidad climática.

Funcionó en órbita, a unos 580 kilómetros de altura sobre la Tierra, hasta diciembre de 2005 y, desde entonces, ha ido cayendo poco a poco. Los especialistas que hacen constantemente el seguimiento de las piezas de basura espacial calculaban que este año caería a la Tierra, a finales de septiembre o principios de octubre, y se ha adelantado un poco la fecha respecto a las previsiones iniciales, seguramente debido al fuerte incremento de la actividad solar que se está registrando.

A medida que se aproxima el momento de la reentrada, los expertos del Joint Space Operations Center (JSOC), en la base de la Fuerza Aérea de EE UU en Vandenber (California), van acumulando más datos sobre el satélite y van mejorando sus predicciones de hora y lugar de caída. No hay comunicación con el artefacto y el seguimiento de su trayectoria se realiza mediante radar y telescopios, pero el efecto del flujo solar y la propia orientación del UARS influyen en su caída. El JSOC, a partir de ahora, informará diariamente acerca de la reentrada del satélite, y en las últimas 24 horas emitirá varias notificaciones con todos los datos y alertas, según informa la NASA.

http://www.elpais.com/articulo/sociedad/satelite/incontrolado/NASA/caera/Tierra/proximos/dias/elpepusoc/20110918elpepusoc_3/Tes

El satélite ya cayó en la Tierra, pero se ignora el lugar exacto

Exploramos las posibilidades que manejan los científicos de donde caerán lo restos del satélite artificial.

Fuente: Univision

WASHINGTON, DC - Un satélite de la NASA de más de seis toneladas cayó a la medianoche del viernes en la Tierra, pero se ignora el lugar exacto, anunció la agencia espacial estadounidense NASA a primeras horas del sábado.

El Satélite de Investigación de la Atmósfera Superior Terrestre (UARS, por su sigla en inglés), puesto en órbita hace 20 años por la NASA, cayó en la Tierra en la madrugada, pero "por el momento se ignoran la hora y el lugar precisos", confirmó la NASA.

"El satélite estaba pasando en dirección al este sobre Canadá y Africa, así como grandes sectores de los océanos Pacífico, Atlántico e Indico durante ese período", afirmó esta agencia en su último informe.

No obstante, la agencia AP reportó que el Centro de Operaciones Conjuntas de la Fuerza Aérea y la NASA dijeron que el satélite, del tamaño de un autobús, penetró la atmósfera terrestre para caer sobre el Océano Pacífico, aunque eso no significa necesariamente que todos sus fragmentos hayan caído sobre el mar. Los cálculos de la NASA pronosticaron que se esparciría a lo largo de 800 kilómetros (500 millas).

Se anticipó que unas 26 piezas del satélite, con un total de 550 kilogramos (1.200 libras) de metal pesado, caerían en tierra. El mayor de los fragmentos no debía pesar más de 135 kilos (300 libras).

Es el satélite más grande de la NASA que cae a la Tierra en caída no dirigida desde la estación espacial Skylab y el satélite Pegasus 2, ambos en 1979.

Descartan riesgos

La NASA insistió reiteradamente en que sólo hay un riesgo "muy remoto" para las personas y recordó que en 50 años de exploración espacial nadie resultó herido por un desecho caído en la Tierra.

Existe una posibilidad en 3.200 que alguien en algún lugar del mundo sea golpeado por uno de esos desechos, lo que en un planeta deshabitado en el 90% de su superficie, se transforma en una probabilidad de 0,03%.

De hecho, la agencia asegura que desde el comienzo de la era espacial no se ha confirmado ningún caso en el que haya resultado herida una persona por un objeto espacial durante la maniobra de reingreso.

En el caso de que los restos del satélite caigan en una área poblada o cerca de una, las Fuerzas Armadas de Estados Unidos advierten de que los ciudadanos no deben tocar estas piezas, sino avisar del hallazgo a las autoridades.

Ante los rumores que han circulado por Internet de que las piezas podrían contener material radiactivo, la NASA se ha visto obligada a desmentirlo y ha aclarado que la recomendación de no tocar los restos del ingenio radica en que son afilados y pueden cortar.

Además de las razones de seguridad, los ciudadanos no deben tocar los restos porque estos son propiedad del Gobierno de Estados Unidos, de manera que, insisten las autoridades, "no pueden venderse a coleccionistas ni a través de la página eBay".

El transbordador "Discovery" transportó en 1991 este satélite de seis toneladas diseñado para medir los cambios atmosféricos y los efectos de la contaminación, que emprendió su camino de regreso a la Tierra hace seis años.

http://noticias.univision.com/mundo/noticias/article/2011-09-23/satelite-puede-caer-en-eu

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