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domingo, 5 de septiembre de 2010

Un temporal podría provocar más daños en Nueva Zelanda tras el gran terremoto


CHRISTCHURCH, Nueva Zelanda — Un temporal podría provocar nuevos daños este domingo en la ciudad neozelandesa de Christchurch, tras el terremoto del sábado y unas 30 réplicas que volvieron a amenazar a habitantes y construcciones ya dañadas.
El violento seísmo, el más fuerte registrado en este país en los últimos 80 años, causó enormes daños materiales en la madrugada del sábado en Christchurch, cuyas casas "se bamboleaban como si fueran de gelatina", según testigos, pero no causó ninguna víctima mortal.
A pesar de la magnitud de los destrozos, sólo dos personas sufrieron heridas graves en esta ciudad de unos 340.000 habitantes. Si bien para el ministro de Defensa Civil, hubo "muchísima suerte de que no hubiera muertos", expertos consideran que el estricto cumplimiento de las normas de prevención en materia de construcciones, tanto al construirse nuevos edificios como al renovarse los más antiguos, permitió evitar que hubiera numerosas víctimas.
Tras el terremoto, los vientos de hasta 130 kilómetros por hora pronosticados para la noche del domingo y las fuertes lluvias previstas para el lunes, podrían "causar nuevos daños en construcciones ya deterioradas", indicó en la mañana del domingo la seguridad civil.
"La lluvia probablemente provoque inundaciones", puntualizó. En las últimas 24 horas, unas 30 réplicas tuvieron lugar en Christchurch y su región, incluso una de magnitud 5,4. Estas réplicas se repetirán durante varias semanas, estimó la seguridad civil, para quien la situación seguirá siendo peligrosa para habitantes y construcciones.
Más de 200 personas pasaron la noche en centros especiales y cientos más durmieron en casas de amigos, mientras que el Ejército de Salvación afirmó haber dado de comer a unas mil personas. El centro de la ciudad permanecía cerrado el domingo y equipos de inspectores recorrían las calles llenas de escombros para evaluar el estado de los edificios y decidir si debían ser evacuados o no.
Las autoridades declararon el estado de emergencia en la ciudad y advirtieron a los habitantes que no se acerquen a los edificios que sufrieron daños por temor a nuevos derrumbes. Un toque de queda fue decretado de 19H00 a 7H00 locales en la parte más céntrica de Christchurch y el ejército se desplegó para ayudar a la policía en tareas de socorro y tendientes a evitar posibles saqueos.
El movimiento telúrico, que se sintió en la Isla del Sur y la Isla del Norte, fue el más destructor registrado en Nueva Zelanda desde el sismo de 1931 en la Bahía de Hawke, que mató a 256 personas. Nueva Zelanda se encuentra en el "Cinturón de fuego", en el límite de las placas tectónicas de Australia y el Pacífico, y sufre unos 15.000 temblores anuales. Casi todos los días se produce un movimiento telúrico de una magnitud de 4,0 o superior.
Por otra parte, numerosas viviendas fueron cubiertas por las aguas y decenas de miles de personas carecían de energía eléctrica este domingo en el sur de Australia, indicaron las autoridades, mientras lluvias torrenciales producían las peores inundaciones en más de una década.
Se enviaron soldados y se declaró el desastre natural en el Estado de Victoria después de que los ríos se desbordaron a causa de las lluvias, inundando al menos 250 casas y aislando a pueblos enteros, señaló el Servicio de Emergencia Estatal.
El primer ministro de Victoria, John Brumby, afirmó que el ejército ayudará a colocar bolsas de arena en las zonas más afectadas y asistirá en las evacuaciones, advirtiendo que algunos ríos todavía no llegaron a su nivel máximo y lo peor está por venir. "Ahora, el verdadero problema son las próximas 36 a 48 horas (...), esas crecidas continuarán aumentando y desplazándose", dijo Brumby.
AFP
NUEVA ZELANDA: DAÑOS SEVEROS Y SAQUEOS POR TERREMOTO
SYDNEY, 4 (ANSA) - El centro de Christchurch, la segunda ciudad de Nueva Zelanda golpeada el viernes por un terremoto de 7,1 grados de magnitud en la escala de Ritcher, quedó convertida en "zona de guerra", bajo toque de queda, con daños en edificios e infraestructura y episodios aislados de saqueos.
Mientras, la población se preparaba para recibir una tormenta de grandes proporciones, cuya llegada está prevista para mañana, lo que según las autoridades podría agravar la situación.
El sismo causó la muerte de un hombre que sufrió un infarto, mientras varias personas resultaron heridas, entre ellas dos de gravedad. También se produjeron daños severos en varios edificios, en especial en el centro, que fue evacuado por precaución.
Unos 20 temblores, el más grande de 5,3 grados Ritcher, se registraron tras el terremoto, y los sismólogos advirtieron que podrían repetirse otros sismos. En la ciudad fue proclamado el estado de emergencia al menos hasta el lunes y fue impuesto el toque de queda entre las 19 y las 7 del domingo, bajo pena de arresto. La zona céntrica quedó cerrada al público.
El sismo dañó infraestructura clave, como agua, electricidad y gas, mientras el aeropuerto internacional permaneció cerrado hasta el mediodía, provocando retrasos en 11 vuelos internacionales y 77 domésticos.
La policía informó que se reportaron episodios de saqueo y que hubo arrestos.
Tras el sismo, la amenaza llega ahora con una tormenta con ráfagas de hasta 130 kilómetros por ahora que podría agravar la situación. Su llegada está prevista para mañana.
Según el premier neocelandés, John Key, que se dirigió a la zona en avión junto al ministro de Defensa, John Carter, demandará semanas o meses evaluar la dimensión de los daños, en especial los de tipo estructural. La reconstrucción de la ciudad puede costar mil millones de dólares, dijo.
Key elogió a los ciudadanos de Christchurch por haber mantenido la calma y a los operadores de Defensa Civil por la celeridad con que trabajaron.
"Fue un milagro absoluto que nadie haya muerto en un terremoto así de violento, en una zona densamente poblada del país", declaró. (ANSA). MRZ

04/09/2010 19:52
ansa.it

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