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viernes, 9 de mayo de 2008

05-Obeliscos, templos y torres (2/3)

De tal forma que el mismo obelisco que una vez estuvo en el antiguo templo pagano, centro del paganismo egipcio (Heliópolis o Beth-semes), ahora está situado ante el templo que es el centro del paganismo moderno, la llamada Catedral de San Pedro, la iglesia “madre” del catolicismo. Esto parece más que una coincidencia. Aquel obelisco de granito rojo del Vaticano mide 83 pies de altura (132 pies con sus cimientos) y pesa 320 toneladas. En 1586, para asegurarse de que el obelisco estuviese situado directamente a la entrada de la Catedral, fue movido a una corta distancia de donde está hoy situado, en la Plaza de San Pedro, por orden del papa Sixto V. No era tarea fácil el mover este pesado obelisco, especialmente en aquellos días. Muchos hombres se negaron a hacer esta tarea, especialmente cuando el Papa pronunció la pena de muerte si el obelisco era soltado y roto.[7] Tal sentencia indica por sí misma cuán importante consideraba el papa y su pueblo al ídolo tan abominable.

Finalmente, un hombre llamado Domenico Fontana, aceptó la responsabilidad de mover y erigir el obelisco del Vaticano. Con 45 montacargas, 160 caballos y un grupo de 800 hombres, comenzó el trabajo de recolocación. La fecha fue el primero de septiembre de 1586. Las multitudes llenaron la extensa plaza. Mientras el obelisco era movido, la gente que estaba allí –bajo pena de muerte- fue obligada a mantenerse en silencio hasta que se terminó la recolocación. Nuevamente notarnos la importancia que la Iglesia Romana atribuía a este ídolo. Finalmente, después de que casi fracasan en su intento, el obelisco fue levantado, sonaron cientos de campanas y rugieron los cañones y la multitud gritó entusiasmada. Se dedicó al ídolo a la “cruz”, celebraron una misa y el papa pronunció una bendición para los trabajadores y sus caballos.[8]

El dibujo que se adjunta indica cómo la Catedral de San Pedro y su plaza circular están localizados en forma de cruz. En el centro de la plaza (A) esta formada por 284 columnas en estilo dórico, y costó aproximadamente un millón de dólares. El uso de estas columnas fue copiado directamente del estilo de templos paganos. Igual que el obelisco, estas columnas eran también consideradas como símbolos misteriosos del falo. En el vestíbulo del templo de Diana, en Hierápolis, por ejemplo, una inscripción referente a las columnas dice: «Yo, Dionisio, dediqué estos falos a Hera, mi madrasta».[9] Y aun así, estas columnas fueron usadas en abundancia para construir el circular de la Plaza de San Pedro, la cual rodea el obelisco egipcio.

Asimismo, al escoger las colinas del Vaticano como sitio de la “iglesia madre” del catolicismo, fue el resultado de una mezcla del paganismo. En tiempos anteriores, esta colina –como lo indica la misma palabra– era un “sitio de adoraciones divinas” (Vaticinia). Se dice que este nombre proviene del nombre de la deidad Vaticanus, quien tenía su sitio preeminente en esta colina. [10]

Mas tarde la colina fue usada para los festivales anuales en honor a Attis Otamus, hijo de la gran madre. En este festival se cortaba un pino y se le ataba a su tacho una efigie del dios. Esta efigie era más tarde enterrada en una sepultura. Estos ritos son aún ejecutados en todo país católico, ritos que son una mezcla del antiguo paganismo con la cristiandad. Como alguno de los ritos antiguos en honor a Tammuz, eran eventos similares a los que le sucedieron a Cristo (tales como su muerte, entierro, etc.). Paganismo y cristianismo fueron unidos “casi sin interrupciones”, ya que esta ceremonia eran celebradas en un santuario de la colina vaticano, que fue mas tarde poseida por los católico-romanos y la iglesia madre de San Pedro, que esta situada actualmente en el mismo sitio.

Así como los líderes católicos tomaron otras cosas del paganismo, no debemos sorprendernos que también copiaran la idea de construir templos elaborados y costosos, tales como su iglesia principal, la de San Pedro. Esta iglesia es considerada como la mas grande de la cristiandad. La iglesia mundana pensó en construir tal templo, un templo de mayor esplendor que aquellos de la antigua religión romana. Y así, simulando el diseño del panteón, de la roma pagana –sólo que más elaborada–, San Pedro fue completado finalmente con un coste de 50 millones de dólares. Y hasta hoy en día, muchos todavía suponen que Dios quiere que su pueblo le construya costosos y elaborados templos de adoración. Tanto es así, que la construcción de la iglesia se ha convertido en un gran negocio.

¿Pero está de acuerdo con las Escrituras el usar miles o a veces millones de dólares en un edificio lujoso? ¿Enseñaron esto Cristo y sus discípulos? ¿Cuál es el plan de Dios en cuanto a esto? Sabemos que Dios dirigió a su pueblo, bajo el reino de Salomón, para construir un templo en el tiempo del antiguo testamento y el Señor decidió hacerse presente en él. Pasando al nuevo testamento, el Espíritu Santo no habita en templos hechos de manos (Hechos 17: 24). Ahora el Señor habita dentro de su pueblo, su verdadera iglesia, por medio de su Espíritu. Pablo dice así: «¿No sabéis que sois templo de Dios y que el Espíritu de Dios mora en vosotros?» (1 Corintios 3: 16)

Comprendiendo esta verdad, la iglesia primitiva del Espíritu nunca construyo templos de piedra y acero. Ellos procedieron a predicar el mensaje del reino, el mensaje glorioso y venidero Reino. Nunca se le dio énfasis al edificio en sí. Ellos nunca hicieron campañas financieras ni demandaron ofrendas para construir un templo más lujoso que el vecino. No, su tiempo y su dinero lo pusieron en propagar el mensaje, no en un edificio. Tanto es así que no hay testimonio de que antes de los años 222-235 d.C., se hubiese construido algún templo.[11]

Claro está que no tratamos de decir que el tener un edificio como iglesia este mal. Sin duda alguna, que el motivo por el cual no se construyeron templos antes fue porque a los primeros cristianos no se les permitía tener títulos de propiedad debido a la persecución que sufrían. De lo contrario, estamos seguros que se hubieran construido algunos edificios sencillos. No con fines de ostentación. No hubieran tratado de competir con el estilo de los templos esplendorosos de los paganos, tales como los de Diana en Éfeso o el Panteón de Roma.

Pero la iglesia apóstata de Roma, por razón de su mezcla con el mundo, llegó a obtener gran poder y riquezas bajo el reino de Constantino. Siguieron como modelo en construir edificios eclesiásticos de gran lujo y valor, un ejemplo que se ha prolongado hasta nuestros días. Sus edificios eran más elaborados y costos de lo necesario. Y esta idea se ha arraigado tanto en la mente del pueblo, que la palabra iglesia, para una gran mayoría significa un edificio; mientras que la verdadera interpretación que hayamos en la Biblia nos indica que la iglesia es un grupo de personas que alaban a Dios y quienes son templo del Espíritu Santo.

Bibliografía:
[7]
Monumentos antiguos de Roma, págs. 175-177.
[8] Ibid., pág. 177.
[9] Hastings,
Arte fálico.
[10]
Antiguos monumentos de Roma, pág. 75.
[11]
Manual bíblico Halley.

Continua o viene:
05-Obeliscos, templos y torres (1/3)
05-Obeliscos, templos y torres (2/3)
05-Obeliscos, templos y torres (3/3)

Artículos relacionados:
01-Babilonia: Cuna de falsas religiones.
02-Culto a la madre e hijo.
03-Culto María.
04-Santos, santoral y simbolismo.


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